20090605

¡A LA VERGA! (ó Éste no es un poema dedicado al miembro viril masculino)

A la verga. Frase célebre del lenguaje coloquial que remite a un estado momentáneo de alteración del individuo que desea desembarazarse de otro individuo en cuestión o de alguna circunstancia en específico. Vete a la verga. Es aún más específico, pues el emisor pretende el inminente traslado del receptor a un lugar ajeno a su entorno inmediato. ¿A la verga? -preguntas. Bueno, si quieres interpretarlo de manera literal, como tal parece que ya lo has hecho, entonces digamos que ahora ya tienes la posibilidad legítima de buscar en otros individuos ese miembro al que hago alusión sin querer ¡Ups! ¡Estos juegos de palabras! ¡Esta manía mía de buscarle a todo un doble sentido! ¡Esa manía tuya de creer que no me doy cuenta de las cosas! ¡Y esa manía mía de pretender que no pasa nada nunca! Según especialistas, es muy sano querer corregir nuestras manías. Quizá sea por eso precisamente que hoy utilizo estos términos tan poco ortodoxos para expresarte mi más profundo sentir: A la verga. Ve y encuéntrala. Admito que dudo de la efectividad de mis peticiones, pues es posible que sin necesidad de mandarte en su búsqueda ya hayas encontrado alguna desde hace mucho tiempo. Sea el caso, o no, es evidente que ya no soy necesario ni como miembro de tu universo, ni con mi miembro en tu pequeño universo. Está bien, soy consciente de que todo tiene un final. Aunque me hubiese gustado que fueras tú quien pronunciara estas tres palabras tan llenas de voluntad, porque eso es exactamente lo que te falta. Voluntad. Te tomaste muy en serio tu papel de pasiva. Yo meto, yo saco, yo muevo, yo sacudo, yo busco, yo propongo, yo seduzco, yo invoco, yo hablo, yo llamo, yo reclamo, yo me esfuerzo, yo espero, yo aguanto, yo sufro, yo me vengo ¿Y tú? ¿Qué hiciste? ¿Qué hiciste además de esconderte tras las excusas más ingeniosas? ¿Cuándo tomaste alguna decisión y la hiciste de mi conocimiento? Porque creo que al menos merecía enterarme por tus palabras de que esto se había ido a la verga desde hace bastante. Tus palabras callan. Tus actos no. Así pues, dícese de la acción y efecto de remitir algo o a alguien a un espacio distinto al común del sujeto y el objeto en cuestión. ¡A LA VERGA!

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